Mi hijo ve cosas, mi hijo habla con su amigo imaginario, mi hijo sabe cosas que no tendría que saber… estas son algunas de las cosas que los padres suelen decir asustados cuando los pequeños tienen comportamientos extraños para los adultos y no saben que está pasando o como acompañarlos en este proceso.
La palabra miedo es lo primero que debemos sacar de nuestro vocabulario a la hora de pararnos frente a un niño con estas habilidades mediumnicas.
Es importante destacar que un niño es mucho más sensible a las energías que un adulto, ellos todavía tienen esa inocencia y las normas que la sociedad impone a lo que es normal y lo que no lo es, todavía no está instaurada en sus mentes, para los pequeños, ver ángeles de la guarda y hablar con ellos es lo más normal y está bien hacerlo, el umbral de lo que vemos y lo que no vemos esta delgado todavía en ellos y para muchos es algo normal.
¿Pero qué pasa cuando las charlas se ponen más dinámicas con estos amigos imaginarios? ¿Cuándo lo que nos trasmite es miedo a lo que ve o lo que le dice su amiguito? ¿O nos dice recuerdos de vidas pasadas? Los padres quedamos paralizados, nos asustamos, tratamos de bloquear eso diciéndole que no existe o recurrimos a un psicólogo porque pensamos que algo anda mal con esa mente inquieta (cabe recordar que no está mal tener en cuenta esta última opción) pero cuando descubrimos que todo es normal en nuestro pequeño ¿qué debemos hacer?
Lo más importante es no tener miedo y hablar con ellos, hacerles preguntas que nos indiquen que ven, como lo ven, cuando lo ven y que les dice, si esto les da miedo o no, es importante que esto no sea como un interrogatorio, llevemos la charla como un juego sobre todo con los más chicos, mientras él hace alguna actividad o podemos pedirle que nos dibuje lo que ve.
Otro punto a tener en cuenta es no trasmitirle nuestro miedo, sobre todo si nosotros no estamos interiorizados con el tema, deben estar tranquilos, si no presentan miedos no se los infundamos nosotros ya que un niño con estas habilidades tiende a sentirse solos, incomprendidos, que esta mal lo que hacen o que algo esta mal con ellos.
Ante todo, es importante escucharlos, entenderlos e interiorizarnos sobre el tema, podemos leer informes que nos amplíen nuestra visión del mundo espiritual, buscar videos de casos reales (sin sugestionarnos por favor) y si aun así tenemos miedo, debemos pedir ayuda y acompañamiento de alguien que sepa del tema, alguien que nos de seguridad a nosotros de cómo podemos orientar a nuestros peques en este mundo desconocido.
0 comentarios